Sres. de la Gerencia Comercial de Samsung:
Tras un cuantioso y valioso tiempo de estudio y planificación, hemos comenzado con la tarea de campo de la primera etapa de su proyecto. Estamos tratando de ver si es posible que los perros resulten potenciales clientes de su empresa.
Si bien es cierto que uno les dice algo y le hacen caso, no sucede de igual manera al recibir esa misma orden desde un aparato de televisión.
Será que la frecuencia de sonido de nuestras voces les dice algo que las de la tele no? Junto al Dr. Freudenthal, llevamos a cabo ejercicios prácticos destinados a develar este interrogante y, sin llegar a conclusión alguna, estuve durante varias semanas viendo la tele acompañado por un can. Cuando yo le decía andá, el can se dirigía, si yo le decía que no a algo, el tipo hacía caso a la negativa, por lo que decidí llevar a cabo la prueba del video, grabándome a mí mismo diciéndole al perro esas mismas cosas con mi webcam.
Sin embargo, al reproducirlas, no pasó nada. El perro ni chistó.Nada, no se movió, no hizo un gesto, nada.
Tras esta experiencia, llegamos a la conclusión de que tal vez nuestro error era no haber reproducido ese mismo material en un televisor real y en vez de en un ordenador personal.
Es por eso que, a través de esta misiva, solicitamos a ustedes, un aumento en nuestro presupuesto con la autorización pertinente y necesaria para la adquisición de un (1) televisor de plasma de 96”, un (1) reproductor de DVD, ciento veinte (120) películas en DVD de distintos géneros. Incluye películas condicionadas de dominación.
Solicitamos así también el catering pertinente y un espacio apropiado para llevar a cabo y desarrollar dicho proyecto.
Sin otro particular lo saluda atte.:
Dr. John Key
Oklahoma, 1977.
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